Una de las decisiones más importantes en la vida de un joven tiene que ver con la elección de su carrera. Por ello es importante que en esta etapa los padres asuman un rol de acompañamiento y orientación, y no uno de imposición.
Los jóvenes que están por culminar sus estudios secundarios y deciden ir la universidad, tienen como primer gran reto el elegir la carrera que desean seguir.
En esta situación, los padres deben convertirse en los principales aliados de sus hijos, asumiendo un rol clave de acompañamiento y orientación, más no de imposición.
“Los padres deben entender que en esta etapa, sus hijos van a seguir teniendo dudas respecto a sus gustos vocacionales. Lo mejor que pueden hacer es guiarlos y brindarles todo su apoyo. Esta etapa es crucial para la familia, pues los padres también deben pensar en la inversión que tendrán que asumir por un periodo de cinco años, es decir el tiempo que dure la carrera”, sostiene Alberto Alegre, director de Assessment de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL).
En esta etapa de decisiones, es importante que se genere un diálogo permanente entre padres e hijos a fin de entender qué es lo que busca el joven, cuáles son sus ideas, sus expectativas y más. “Nunca se les debe decir a los hijos qué estudiar. Eso es lo más importante”, aclara Alegre.
🧟♀ï¸Cuidado con los padres tóxicos
Según el representante de la USIL, cuando los padres presionan a sus hijos a elegir una carrera que no es de su agrado, pueden surgir dos situaciones:
👨🳿Cuándo debe definirse la vocación?
En algunas ocasiones los jóvenes –a fin de no entrar en conflicto con sus padres- estudian una profesión que nos les gusta, un hecho perjudicial por donde se lo mire. Ante ello, es importante que los padres tengan en cuenta que lo que está en juego es el futuro de sus hijos, y no el de ello. Para evitar estos conflictos, es importante que se sigan algunas recomendaciones:
“Es importante entender que el adolescente es muy sensible a la crítica y a la imposición. Es parte de su desarrollo socioemocional. Entonces, si los padres optan por ese camino, probablemente la decisión vocacional del estudiante pasará por un proceso un tanto conflictivo”, advierte Alegre.
Frente a ello, el experto recomienda que desde el tercer año de secundaria, el adolescente empiece a definir su vocación. Sin embargo, si el adolescente llega al quinto de secundaria y no tiene definida su carrea, tampoco hay porqué desesperarse.
“Cada individuo necesita sus tiempos. Los padres necesitan armarse de paciencia y evitar, a toda costa, hacer comparaciones con los hijos de otras personas”, comenta el vocero de USIL.
📢Consejos de pata
Aquellos jóvenes que acaban de terminar su etapa de colegio y aún no deciden qué carrera seguir, deben tener en cuenta algunas recomendaciones:
“Nosotros los psicólogos, cuando trabajamos el tema de la vocación con los adolescentes, empezamos por el proceso de orientación que implica revisar la carreras que son afines a sus perfiles de aprendizaje, sus inteligencias múltiples, sus características socioemocionales, sus rasgos de personalidad y más. Esto es de suma importancia pues nos permite determinar sus preferencias y tomar la mejor decisión”, finaliza el vocero de la USIL.
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