Por: Javier Herrera
Consultor organizacional y vocacional
Son diversos los factores que condicionan y desencadenan una buena posibilidad de mejora laboral y económica, pero sin duda, dentro de las variables más importantes, están:
La capacitación, debe estar ligada a la vocación, a la misión de vida identificada, a lo que más le gusta hacer a cada persona para sí mismo y para los demás. La preparación permanente permite estar actualizado y brinda una ventaja competitiva en el difícil mercado laboral.
En cuanto a las redes de contacto, éstas deben ser construidas de manera productiva, es decir, que sirvan para agregar valor a la vida laboral y/o profesional y no solo para “matar el tiempo", o para hacer lo que el resto de gente hace, considerando que no siempre lo que hace la mayoría está bien o es lo más adecuado. Una red productiva hace que la persona sea más elegible.
En relación a las oportunidades, éstas no llegan solas, inclusive aquellas "que aparecen milagrosamente", son consecuencia de lo que el sujeto ha forjado, muchas veces de manera inconsciente y desinteresada. Lo importante para generar oportunidades reales y ventajosas es que las acciones sean conscientes, con interés y direccionadas, porque de esta manera es más viable conseguir el propósito.
En otras palabras, se debe perseguir activamente las oportunidades, lo que significa ir más allá de la búsqueda tradicional y pasiva, que consiste en revisar si aparece una convocatoria que calce con nuestro perfil.
En consecuencia, es recomendable ser más proactivo y no esperar que aparezca una vacante en alguna empresa, sino más bien, salir a ofrecer nuestras cualidades profesionales a las organizaciones en las que hemos soñado estar.