Por: Mayi Galarreta
CEO de Social Trends. Especialista en comunicación estratégica y docente de educación superior.
Vivimos en una era en constante evolución, donde la tecnología y los cambios en los entornos laborales demandan una adaptación rápida y permanente. En este contexto, el aprendizaje continuo se ha convertido en una necesidad imperante; ya no basta con estudiar una carrera, sino que es necesaria la búsqueda constante de conocimientos y habilidades.
Podemos definir al aprendizaje continuo como la expansión de conocimientos y habilidades a nivel personal, académico y profesional. Puede ser formal o informal y de naturaleza estructurada o no estructurada.
Las actividades pueden incluir tomar un curso, observar a los que tienen más experiencia, pedir ayuda con un tema desconocido, explorar métodos de trabajo nuevos y alternativos, estudiar, conversar informalmente y practicar el uso de una habilidad.
El aprendizaje continuo no solo implica la adquisición de conocimientos y habilidades profesionales, sino que también permite el crecimiento personal. Como dijo Albert Einstein: "El día que dejemos de aprender el día en que estemos muertos".
El aprendizaje continuo estimula:
Aquellos que se resisten a aprender y evolucionar se quedan rezagados. Un estudio realizado por la Universidad de Oxford reveló que la mitad de los empleos actuales podrían ser eliminados por tecnologías automatizadas en las próximas décadas.
El aprendizaje continuo nos permite estar preparados para los cambios y nos da la flexibilidad necesaria para adaptarnos a nuevas circunstancias.
También nos brinda una ventaja competitiva en el ámbito laboral. Según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las personas que participan en programas de aprendizaje continuo tienen mayores oportunidades de empleo, salarios más altos y una mayor satisfacción laboral.
El aprendizaje continuo nos permite mantenernos actualizados en un mundo digital en constante evolución. Un estudio de Deloitte encontró que el 90% de los trabajos en el futuro abandonarán las habilidades digitales básicas.
Aquellos que se mantengan actualizados en tecnología tendrán mayores oportunidades de empleo y estarán mejor preparados para enfrentar los desafíos del futuro.
El aprendizaje continuo debe convertirse en un hábito. Sigamos aprendiendo, explorando y expandiendo nuestros horizontes, porque el aprendizaje nunca termina.