John Peralta
Asesor Pedagógico del Colegio de la Inmaculada
El escritor norteamericano Tim Elmore, autor del libro: “Haz crecer al líder que tu hijo lleva dentro”, cuenta en una charla del BBVA que la mejor decisión de crianza que él y su esposa tomaron fue crear para su hija Bethany -de 13 años- una experiencia de rito de paso.
¿Qué hicieron? contactaron a seis mujeres por las que ellos como padres sentían admiración y les pidieron que pasen un día con su hija enseñándole lo que hacían. Les pidieron también que al finalizar le regalen un consejo que, a ellas, hoy día mentoras, les hubiera gustado escuchar en su adolescencia.
Estoy seguro que usted querido lector ya sabe el final de esta historia y está muy convencido que Bethany no ha olvidado lo que aprendió con cada una de esas “Mujeres batalla”. ¿De dónde nos viene esa certeza? Es simple: la experiencia y el testimonio son irrefutables pues son la vida misma.
Frente a ello, en este canal de orientación vocacional, me pregunto:
O, aquella ocasión en la que aprendimos un valor que nos ha acompañado durante toda la vida al momento de discernir nuestra decisión (humildad, respeto, solidaridad, escucha, entre otras).
Finalmente, para ser coherente con lo que aquí he expresado contaré una experiencia que, espero con humildad, les pueda servir para tomar buenas decisiones.
Un día, un amigo al ver que no enfocaba mi decisión me dijo, palabras más, palabras menos:
“John; las dos cosas que más influyen en nuestras decisiones son los deseos y los miedos. Los deseos te empujan, son tu energía movilizadora, pero a veces se vuelven ambiciosos. Por otro lado, los miedos te pueden paralizar si les haces mucho caso, pero en pequeñas dosis están para protegerte. En fin, amigo, debes escuchar a ambos como un demócrata escucha a sus ciudadanos, ambos traen una verdad consigo”.