Por: Christian Bracamonte
Comunicador Social
Los gestores deportivos pueden trabajar en diversas áreas de una institución deportiva o administrar la carrera de un deportista.
En este caso, uno de los campos que está en crecimiento para el gestor deportivo, es el fútbol femenino, cuyo último campeonato contó con patrocinador oficial, tuvo transmisiones en televisión, público en los estadios y otros auspiciadores.
Si bien los inicios del fútbol femenino en nuestro país se pueden remontar a 1996 cuando la Federación Peruana de Fútbol realizó un torneo metropolitano de forma experimental, los primeros logros se dan recién en 1998 cuando alcanzaron el tercer lugar en la primera Copa América de Fútbol Femenino.
En el 2005, Perú ganó la medalla de oro en los Juegos Bolivarianos realizados en Colombia.
Sin embargo, hasta el año 2020 el fútbol femenino en el Perú enfrentó muchas barreras, lo que dificultaba un alcance mediático.
Luego de ese año de pandemia, hoy vemos como muchos clubes profesionales, academias, colegios, entre otros, vienen trabajando en este deporte a lo largo del territorio desde temprana edad, lo que amplía la base de jugadoras para el seleccionado nacional, incluso, un grupo de futbolistas de la liga femenina cuenta ya con el apoyo de una marca auspiciadora.
Todavía quedan algunos aspectos que deben mejorarse como contratos laborales adecuados, porque en la actualidad son de baja remuneración (muchas jugadoras cuentan con un trabajo adicional y estudian al mismo tiempo), clubes con baja sostenibilidad económica y operativa, poca infraestructura para el desarrollo de las divisiones menores y varios aspectos que faltan resolver.
No obstante, en el fútbol femenino el gestor deportivo puede desarrollar sus conocimientos en publicidad, patrocinios, indumentaria deportiva, gestión de recintos deportivos, gerencia de clubes, gestión del talento humano, representación de jugadores, comunicaciones, entre otros.