Por: José Miguel Marchena
Gerente de Innovación y Desarrollo de ISIL
Durante 85 años la Universidad de Harvard ha venido realizando el estudio científico más longevo de la historia sobre la felicidad.
El estudio sobre desarrollo adulto comenzó en 1938 con cerca de 700 adolescentes, algunos de ellos estudiantes de la propia Harvard y otros provenientes de las zonas más pobres de Boston.
Una investigación inédita que acompañó a estos jóvenes a lo largo de sus vidas, monitoreando periódicamente sus alegrías y dificultades, su estado físico, mental y emocional. Y que ahora también incluye a las parejas y descendientes de los participantes originales.
Robert Waldinger, el cuarto director del estudio, (y, además, coautor del libro que le da título a esta columna, el cual recomiendo con mucho entusiasmo) comenta que al analizar los factores predictivos que propician que las personas tengan vidas más saludables y felices, descubrieron que tener vínculos fuertes con otras personas puede incluso alargar nuestras vidas.
Ante el dilema recurrente sobre qué es lo que predice quien va a prosperar en la vida, esta investigación revela que tener vínculos consistentes e íntimos amplifica nuestras posibilidades de lograrlo.
Son las relaciones sociales sólidas las que nos hacen más felices e incluso reducen el riesgo de enfermarnos.
Un descubrimiento asentado que confirma la influencia que tiene en nuestra salud física y longevidad conservar relaciones buenas y sanas. En suma, son las buenas relaciones las que nos ayudan a regular las emociones negativas.
Sin embargo, esta visión no excluye a quienes son más tímidos ni favorece a los extremadamente sociables.
Los introvertidos necesitan de menos personas para ser felices, se recargan estando solos. Los extrovertidos reciben energía de los demás, necesitan a mucha más gente.
Son distintos, no es que uno sea bueno y el otro no. Sea un caso u otro, ambos necesitan de, al menos, una o dos personas con las cuales contar, por las que sientan algo que Waldinger denomina: “apego seguro”.
Una investigación cuyos hallazgos reconfiguran el significado del éxito y la felicidad, y que nos plantean que la clave para tener una buena vida es:
Esto es así de claro y simple; la buena vida se construye con buenas relaciones.